La depresión es un trastorno psíquico que
causa una alteración del estado del ánimo (tristeza) a menudo acompañado
de ansiedad, en el que pueden darse además, otros síntomas
psíquicos de inhibición, sensación de vacío y desinterés general, disminución
de la comunicación, y del contacto social, alteraciones del apetito y el sueño,
sentimientos de culpa y de incapacidad, ideas de muerte e incluso de suicidio,
así como síntomas somáticos diversos. Las principales causas de la
depresión son biológicas, genéticas, socio-familiares, estilos de vida
y psicológicas.
Hoy nos centraremos en la depresión en la
adolescencia, identificando como síntomas propios de los siguientes:
- Aumento o descenso del peso.
- Hipo o hipersomnia.
- Disminución del rendimiento académico.
- Problemas de atención y dificultad de concentración.
- Pérdida o ausencia de energía (Anergía).
- Agitación motora.
- Ausencia de motivación.
- Estado de ánimo deprimido. Baja autoestima.
- Evitación de actividades lúdicas.
- Interacción social y familiar disminuida.
- Deseo continuo de estar solo y no ser molestado.
- Pensamientos recurrentes de muerte.
- Actividades autodestructivas.
Como factores de protección podemos hacer
referencia a:
Calidad de las amistades
Estatus en el grupo de iguales
Actitudes y expectativas de sus amigos hacia: autoridad y el
consumo de sustancias.
Adecuada comunicación familiar
Elevada autoestima social
Elevada autonomía familiar
Destacaremos algunas normas generales para los
padres que tengan un hijo la sintomatología señalada:
- Buscar un apoyo profesional que permita detectar
irregularidades; buscar un apoyo médico, psicólogo y educativo
- Revisar si la dinámica familiar puede ser desencadenante
de la depresión de su hijo/a.
- Propiciar la integración de su hijo/a en el grupo
familiar, haciéndole sentirse importante dentro del mismo.
- Supervisar sus hábitos alimenticios y de auto higiene, así
como la organización del material de trabajo y de su ropa.
- No recriminarle el hecho de estar deprimido. Ofrecerle
apoyo incondicional y sobre todo escucharle.
- Resolver juntos los conflictos que puedan presentarse.
Tratamiento de la
depresión con adolescentes.
En líneas generales podemos avanzar que los diferentes
estudios publicados al respecto, parecen señalar con cierto rigor que los
mejores resultados se han obtenido, también en niños, con aquellos que combinan
fármacos con psicoterapia. En todo caso la medicación pertinente
deberá ser establecida y controlada por el médico o psiquiatra.
Respecto al tratamiento psicológico no hay establecido un
tratamiento unívoco, la tendencia sigue siendo utilizar un amplio espectro de
técnicas y programas que incluyen componentes conductuales (planificación de
actividades agradables, habilidades sociales y relajación) y también cognitivos
(reestructuración cognitiva, técnicas de solución de problemas o reatribución).
Fuentes: psicodiagnosis.es:psicología infantil y juvenil/ La
depresión en adolescentes (Almudena García Alonso)
Por mi propia experiencia, me atrevo a sugerir, que ante una depresión en una chicha adolescente, procuren descartar un TDAH, ya que pasar por DIFERENTES EPISODIO DE DEPRESION,ansiedad etc. y sus dif. tratamientos farmacológicos, hasta la edad adulta sin ser diagnosticada de TDAH, hasta que se repite la historia en tus propios hijos, y gracias a ellos se nos revela la realidad sufrida.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu acertado comentario. Efectivamente, ante la presencia de ánimo bajo y ansiedad en un adolescente es necesario explorar posibles desencadenantes y uno de ellos puede ser el TDAH. De hecho, no es raro que un adolescente con TDAH (y más aun si no ha sido diagnosticado ni tratado)presente síntomas de ansiedad y depresión comórbidos, ya que el TDAH puede tener consecuencias (fracaso escolar, problemas en la convivencia familiar, dificultades en las relaciones sociales, conductas de riesgo, etc)que favorezcan la aparición de sentimientos de minusvalía, baja autoestima, una imagen negativa de uno mismo. El diagnóstico precoz del TDAH permite un eficaz abordaje desde las primeras etapas del desarrollo que permite, en la mayoría de los casos, un funcionamiento normalizado. Por eso es tan importante realizar una valoración lo más completa y detallada posible y contemplar todas las posibilidades diagnosticas antes de emitir un juicio clínico e iniciar un tratamiento. Mucho ánimo a ti y a toda tu familia y gracias por compartir tu experiencia en nuestro blog.
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